Le llevó toda la vida realizar “el manual”, como actor y como director. En él expone los elementos que consideraba claves: la relajación, la concentración, la memoria emocional, las unidades, los objetivos y los superobjetivos. Llegó a ello tras una vida de investigación y búsqueda desde la práctica.
Resulta curioso cómo a lo largo del tiempo este método de investigación, esta propuesta de proceso actoral, ha influido y sigue vigente en tantas escuelas de todo el mundo.
Cuando, a finales del siglo XIX comenzó con ello, no podía imaginar que iba a influir tanto. En sus propias palabras, tras años de investigación, el autor aseguraba: “Mi sistema es el resultado de búsquedas de toda la vida…he tratado de encontrar un método de trabajo para actores que les permita crear la imagen de un personaje, insuflándole la vida interior de un espíritu humano, y a través de medios naturales, encarnarlo en el escenario en una bella forma artística”.